Ella y él.

...Deja que tu imaginación vuele, y luego la hacemos aterrizar entre sábanas.

Estoy viendo una película, cuando debería estar viendo tus nalgas sobre mi pelvis.

Estoy leyéndote, en lugar de escucharte susurrando en mi oído.

Estoy fantaseando con tu imagen, cuando debería estar cumpliendo nuestras fantasías; estoy mirando tus labios sin máscaras, cuando debería estar devorándolos a besos; estoy pensando en ti, cuando debería estar dentro de ti; estoy arriesgando mucho... y me importa tanto, que ya no importa.

Estoy emocionada de leerte, cuando debería estar excitada por tenerte; estoy pensando qué decirte, cuando mis manos podrían decirlo todo; estoy sobrepasando los límites, y ni siquiera me doy cuenta.

Dejemos de estar, para ser. Seamos nuestras almas en una sola; seamos un gemido en la madrugada; seamos una explosión en la cama.

Seamos un cóctel de sensaciones escondido entre sábanas; descubramos ese lenguaje oculto de nuestras almas... y escribamos todo con caricias.

Seamos, pues.

Somos.

,

Me resisto a caer en la monotemática de admirar tu fotografía (otra vez), de ponerme inmoral, de fantasear con ella, incluso.

Caigo.

La resistencia no basta, y recuerdo (otra vez) que sólo somos letras: dos extraños jugando a un no-sé-qué.

Resisto.

Somos dos personas en un mundo que sólo nosotras compartimos y que, al desaparecer una (¿te imaginas?), se acaba. Se destruye.

Callo.

Nuestro mundo ha muerto, y con él nosotros. Pero, ¿de qué hablo?, si ese "nuestro" fue mío. Tú no existes. Ni yo: nos inventé.

Muero.

...Y me revives con tus letras (otra vez).

,

¿Cuántos rostros vemos al día? ¿Cuántos recordamos? ¿A quiénes volveremos a ver dentro de otra caminata? ¿A quiénes será la primera y última vez que veremos?

Tanta gente caminando. Me pierdo. En sus ojos, en sus manos, en sus palabras; en tu recuerdo dibujado, en ese fantasma que me persigue... o que inventé.

Perdí la cuenta de mis pasos. Más de mil deben de ser ya. Pienso que debo escribir inmediatamente sobre ello o después olvidaré la sensación. La he olvidado; a ti aún no. Estás incluso en estas palabras, pero estás más en las que no plasmo, en las que permanecen refugiadas en mi mente. Estás; ¿eres?

La gente habla, pero nada dice: mañana habrán olvidado sus palabras, y yo sus rostros; pero a ti aún no.

,

Tú, con miedo a estar
sola;
yo, con miedo a estar
acompañado.
Tú, con miedo a estar
contigo;
yo, con miedo a estar
sin ti.

Tú, con miedo a dejar
ir;
Yo, con miedo a quererte
aquí;
Tú, con miedo a morir
hoy;
Yo, con miedo a vivir
hoy... sin ti.

,

Me gusta la noche por silenciosa, fría y oscura; porque todo ello lo es intencionalmente para que nosotros produzcamos sus antítesis: ruido, calor, luz... pero sobre todo porque me gustas tú en ella.

Nosotros.

Me gustas tú por ser como la noche, y la noche por ser como tú.

Nosotros.

¿Qué hacer, pues, si lo nuestro es tan efímero y al mismo tiempo sublime como ella? Disfrutar la noche o apresurar el día. ¿Qué hacer?

Nosotros no.

Tú.

Yo.

Nada.

Las palabras sobran, a veces.

Sobran cuando pronunciar alguna significaría interrumpir ese momento sublime. Sobran cuando nuestras almas hablan a través de las miradas. Sobran cuando quiero besarte.

Sobran cuando sobramos nosotros.

En Pulp Fiction se encuentra una de mis escenas favoritas, en la cual (no es spoiler) Mia dice a Vincent:

"That's when you know you've found somebody special: when you can just shut the fuck up for a minute and comfortably enjoy the silence." (Pulp Fiction, 1994).

Después de verla, me pregunté: ¿a cuántas personas "especiales" conozco?, ¿con cuántas puedo disfrutar un silencio? Tal vez muchas personas sean calladas, tímidas, inocentes y, además de tener 17 años, prefieran mantenerse en silencio, pero dudo mucho que realmente disfruten de ello.

A mí me gusta platicar con las personas de cualquier tema, conocernos a través de lo que decimos, sin embargo, llega un momento en el que precisamente después de tantas palabras, éstas sobran. Es entonces cuando nos miramos u observamos a los demás. Es como si nos comunicáramos con el pensamiento. Una sonrisa, un suspiro, una mueca, cualquier acción simultánea crea ese momento único en el que soy consciente de que, al menos por un instante, hemos trascendido las palabras.

He ahí otro reto en la Vida: hallar a (o ser hallado por) alguien con quien disfrutar los silencios. Y las miradas. Y los besos. Y las risas. Y las tristezas.

Y la Vida misma.

¿Quién, si no Sabines, para inspirar a aquellos que buscamos —a veces sin querer encontrar— las palabras ideales? Es por ello que hoy comparto esta carta que a su vez conocí por una de mis mejores Amigas.


Chepita:

Hace un momento te dejé: ya me haces falta.

Hace un momento apenas te dije adiós, y ya ha recorrido mi corazón la eternidad.

Ah —ahora sí estoy enfermo. Enfermo de ti. Enfermo de mí. Enfermo del mundo. Enfermo, desoladamente enfermo.

Penetro en mi soledad (una cama, mi retrato, mis libros, papeles y humo de tabaco) y ya estoy con el miedo de caer a medio cuarto gritando y riendo y llorando y golpeándome la cabeza contra los muebles para ver si soy yo o es otro con mi nombre el que está aquí.

¿Has de creer, así, que tengo miedo de volverme loco?

¡Ay, y qué cansado estoy!

¿Por qué?... La noche aquella me decías tú: “¿por qué?”, “¿por qué?”, “¿por qué?”, “¿por qué?”…

Y la vida sigue siendo eso, un “¿por qué?” constante, pecaminoso, áspero. Y todas las cosas son así porque así son. La vida tiene su secreto; este secreto se llama: “Porque sí”.

Yo creo, en verdad, que la mayor imprudencia que he cometido es no haberme muerto al nacer. Porque eso de estar aquí y no aceptar las cosas como son es debilidad. Bien está que yo piense un mundo mejor; pero antes debo tragarme —es la palabra—, antes debo tragarme, aunque sea por el privilegiado placer del último acto digestivo, este mundo real y verdadero en que disuelvo mi tristeza.

Masoquismo, újule, o neurosis; el caso es que debo escupir para arriba, debo escupirme mi dolor y mi risa y mi concepción —a media sombra— del mundo, y mi angustia y mi temor y mi confianza y todo. Debería yo hacerme pura saliva para mancharme la cara, la pobre cara melancólica y seria que espanta la vida de mis ojos.

¿Carta de enamorado? No. Dios me libre de escribirte cartas de enamorado.

Te escribo aquí mi ira, mi conflicto, mi dolor que es la forma más sincera de decir “te quiero”.

No estoy ahora para pensar en astros, aunque piense en ti.

Qué tontas me parecen en este momento la luna, y las rosas y las palabras tiernas, cuando estás tú aquí tan ausente, tan ausente, a media hora de mis labios y tan lejos, a media hora de mi corazón y tan distante.

¡Ah, mi soledad en que germina esta inmensa tristeza del mundo!

¡Qué pequeños parecemos tú y yo en medio de este silencio, absorto e indiferente!

Chepita, mi Chepita, amor mío tan mío.

En esta rechingada hora de insomnio y de vergüenza estás presente, te necesito, te amo hasta quién sabe dónde, más, mucho más allá del amor y de la vida, te amo hasta la muerte; de tal modo que en vez de decir “te quiero” necesito decir: te muero, me muero en ti, me muero.

Me aniquilo en tu pensamiento, me destruyo en mi pensamiento de ti. Acabo, no existo, no soy; soy en ti, en el amor, soy en mí, soy en la muerte; me llamo principio, fin, causa, origen, destrucción, acabamiento. Vida y muerte. Cielo, infierno —20,000 infiernos, sólo un cielo—, Chepita, Jaime, etcétera, Jaime, Chepita, amor y fin. Y fin, y fin, y todo y fin.

Y algo más. Pero quién sabe. Y algo más todavía.

Bueno. Siempre queda una cosa imposible, inefable. Piensa —yo pienso— en ella.

Tratemos de dormir ahora.

Hasta mañana, amor.

¿Hasta mañana?

Ay, amor, soñemos.


J.

Una tarde caminaba muy tranquilo y tropical cuando, de repente, una obra de Arte apareció frente a mis ojos. Saqué el celular y la capturé cual Pokebola a su Pokemón. He aquí la fotografía que me inspiró para buscar y publicar la carta de abajo:


Mujeres, ¿cómo decir que no ante tal declaración? En fin (o inicio), estas breves líneas fueron escritas hace tiempo ya, tal vez a ti que estás leyendo fue a quien las dediqué. Tal vez no. Como sea, iniciemos.

Esta es una carta abierta para el C. Enrique Peña Nieto:



Gracias, Enrique, por evidenciar de manera tan descarada las prácticas corruptas del partido al que representas, a tal grado que no reaccionar en consecuencia se volvió algo impensable.

Gracias, Enrique, por ser ese mal necesario para que un pueblo tan dormido como el nuestro comenzara, apenas, a mover las cobijas y quitarse las legañas de los ojos.

Gracias, Enrique, porque has comenzado a colocar tantos obstáculos para el desarrollo del país como te ha sido (im)posible, lo cual nos motiva a fortalecer nuestros ideales y trabajar más para defenderlos.

Gracias, Enrique, porque al no poder citar 3 libros que hayan marcado tu vida, motivaste a muchos mexicanos para superar ese promedio tan bajo de 2.8 libros anuales.

Gracias, Enrique, por lograr que muchos humanos se interesaran en la Historia de México para así elaborar argumentos más sólidos.

Gracias, Enrique, por ser el ejemplo práctico de que un movimiento social puede impulsarse con el uso de las redes sociales y, en general, de las TIC.

Gracias, Enrique, por ser una prueba suprema para que muchos abandonaran viejos prejuicios y se unieran en ideales colectivos.

Gracias, Enrique, por ser tan poco "presidente" para mucho pueblo.

Gracias, de verdad, Enrique, muchas gracias.

Por último, y como mencioné al inicio, se trata de una carta abierta puesto que te pregunto: ¿Qué harás para incluir en tu gobierno a los más de 30 millones de mexicanos que no solamente votaron por otros candidatos, sino que muchos de ellos consideramos que no nos representas, que eres incompetente?; ¿cómo, sin discursos cansinos ni recursos retóricos —harto estoy de ellos—, cómo, de manera concreta, enfrentarás este reto?

Espero tu pronta respuesta. Y con "pronta" me refiero a menos de 6 años.


Como Tú.

Púshale al video y escucha mientras lees, o viceversa.


La doble negación es algo que la RAE acepta como válida para reafirmar el sentido, valga la redundancia, negativo de la expresión. Así, es adecuado escribir “No quiero nada”, sin embargo, es incorrecta la doble negativa “Nada no quiero”, puesto que, además de sonar muy estúpida, dificulta la comunicación.

La RAE apesta (a veces).

En esta publicación escribí, o estoy escribiendo (dependiendo del tiempo en el que desees ubicar la lectura) sólo 153 caracteres. Puedes contarlos. ¿Por qué? No por qué puedes contarlos, sino por qué escribo únicamente ciento cincuenta y tres“algos”, se debe a que estoy harto de escribir (por hoy).

Ahora quiero leerte (por siempre).

¿Qué te dice la imagen? No es una obra de Arte, mucho menos algo abstracto, pero, como dije, quiero leerte, así que me corto los dedos y desconecto neuronas.

¿Escribes?

Parece que hemos perdido la fe en el Otro: solo resta creer en nosotros, y a veces.

Si en ocasiones resulta difícil vivir con nuestro propio ser, lo es más cuando debemos hacerlo con otras personas. ¿Por qué? Porque supone ceder… y no queremos eso, sino todo lo contrario. Estar con otros Humanos implica sacrificar algunos objetivos individuales para el bien de la colectividad... ¿o no?

Sacrificio es la palabra que tanto miedo nos causa, pero tal vez le hemos restado su carga conceptual. Más ahora, en Semana Santa, que se pone de moda y hasta bonito resulta decirla. El problema es que le damos el título de Sacrificio a casi cualquier acción que suponga un mínimo de esfuerzo: levantarse temprano, esperar a alguien, no comprar algo, escuchar… todo puede ser perfectamente un Sacrificio. Y así nos sentimos heroínas o héroes.

Se parece al sermón de esos que da un señor con túnica dentro de esa enorme casa. No. Esto no se trata de propaganda religiosa ni de persuadirte para que hagas verdaderos sacrificios (¿acaso existen los falsos?). Se trata de que muchas veces creemos que al realizar un sacrificio, es decir, al abandonar un propósito individual, inmediatamente ayudaremos a que se logre el colectivo.

Este ejemplo hará el paro en un intento por explicarme: Supongamos que dentro de un noviazgo, free, peoresnada o como quieras llamarle, alguno de los dos deja de asistir a un curso para con ello pasar más tiempo juntos. Está dejando un objetivo individual en pos de lograr otro colectivo. Suena razonable, pero, ¿qué pasa después? Comienza el reproche puesto que sólo uno se ha sacrificado, así que, acto seguido, la otra persona también lo hace. Al parecer así debería marchar todo perfectamente, ya que ambos tomaron decisiones para conseguir el “bien común”. Nos vamos a la realidad y… sucede todo lo contrario: la pareja está frustrada porque ninguno se ha desarrollado personalmente, pa’ pronto, ninguno está satisfecho consigo.

¿A dónde quiero llegar con toda esta habladuría totalmente aburrida y falta de sentido? A que, una vez determinados los fines, evalúes:


Es ésa mi propuesta, la cual no te digo que no le hagas caso, pero tampoco que no la ignores… ni todo lo contrario.

Páginas en Facebook como “Yo no se escribir sin emoticones :S” o “Un emoticon dice mas ke mil palabras” (al parecer tampoco saben escribir con acentos) refuerzan la tendencia a incluir un emoticono casi en cada línea virtual escrita. Sin embargo, también hay respuesta contraria, por ejemplo con “Odio que todo lo que escriban tenga emoticonos! -.-“… claro que, incluso su frase de repulsión y odio total hacia dichos caracteres contiene uno.

Debido a todo este gran debate de índole intelectual, he decidido comenzar el reto/campaña/desafío “¡No más emoticonos!”



Y ya, fin del comunicado.

¿Qué, quieres que te bombardee con todo el sustento antroposociocultural de la campaña? No, no lo haré aunque supliques por ello. Sólo te diré lo que debes hacer si es que te consideras capaz de cumplir el reto:

1. Ir a la página en Facebook (púshale acá) y compartir la imagen de la campaña. Está fija en la parte superior, la reconocerás.

2. A partir de ese momento comienza la cuenta: 7 días en los que no podrás utilizar ni un solo emoticono, así tu cerebro lo pida a gritos y sientas que estallarás, ¡no lo debes hacer! Tienes un chip integrado que me informará cuando un emoticono salga de tu teclado, en cuyo caso serás sacrificad@ a los Dioses Ocultos de la Retórica (DOR).

3. Si has llegado hasta este punto, ya casi te ganas el respeto de los DOR, para conseguirlo por completo, puedes ir compartiendo en Facebook o Twitter cómo son tus charlas sin emoticonos, si te ha dado síndrome de abstinencia, si has recaído, si otr@s amig@s tuyos se han unido al reto, si de plano ya no recuerdas cómo expresar felicidad con una carita virtual…

¿Qué dices? Yo digo…

:challengeaccepted:

¿Y tú?

Ya sea con una película, comida, libro, obra de teatro, concierto, persona… alguna vez lo hemos exclamado, debido a que lo consumido no cumple con la expectativa que habíamos creado. Desde una perspectiva mercadológica, el consumidor tiene una o más necesidades (transformadas en deseos) latentes que busca satisfacer mediante alguno de los diversos medios ofrecidos por las marcas.

Bien.

Desde una perspectiva no tan fría, tenemos a la realidad. Cuando nos queda tiempo “libre”, buscamos lugares que nos brinden algo principalmente: entretenimiento. Pero, ¿Qué significa esta palabra?, y no me refiero a su concepto teórico, sino a la acepción que actualmente le otorgamos. Entretener se relaciona con mantener, que a su vez quiere decir permanecer sin cambio, en un estado medio, la conservación de algo.

Juntando las opiniones de la bandita, autores y mías, puedo decir que una persona entretenida es aquella que se encuentra en un estado de relajación y placer que no implica procesos mentales complejos. En otras palabras: un ser humano entretenido Está; pero no Es.

Queremos ser entretenidos, lo anhelamos, es por ello que asistimos a eventos que satisfagan este deseo. Pagamos, ya sea con dinero y/o tiempo, por lo que exigimos “pasarla bien”. Entonces, ¿qué pasa cuando un contenido no cumple con dicha función, cuando no es lo que esperábamos? Se crea lo que en términos teóricos llaman disonancia cognoscitiva; aquí le llamaremos el fenómeno “¡Yo no pagué por esto!”.

Este fenómeno se produce, por ejemplo, cuando asistimos a ver una película (para entretenernos, claro). Leemos la sinopsis y parece interesante. Compras el boleto. Vas por algún combo. Esperas la hora. Si es popular, haces fila, si no, sólo entras. Sentado. Media luz. Un poco de charla. Risas. Luces apagadas. Silencio. Comerciales. Comentarios. Inicia la película. No se parece tanto a lo que habías leído. Comes. Bebes. Preguntas. Tampoco parece comprender. Molestia. Esfuerzo. Comes. Bebes. Te sales… no pagaste por eso.

Cuando algo requiere tomar nuestros paradigmas y hacerlos pedazos preferimos huir como animales, en lugar de agradecer que no es más de lo mismo, que es un intento por hacernos reflexionar. Hemos llegado a pagar grandes cantidades por algo que nos mantiene en el mismo estado.

Anhelamos ser entretenidos, cuando no nos damos cuenta de que ya lo estamos la mayor parte del tiempo. Deberíamos exigir no ser entretenidos.

Tú, ¿pagarías por el no-entretenimiento?

A veces, lo correcto es morir.

Físicamente no, eso resulta sencillo. Morir y luego renacer. Sentirte tan mal porque sabes que después te sentirás igual de bien. De esas muertes que te hacen sentir vivo. Instantáneas, inesperadas, sublimes, así son. Existen algunas pseudomuertes, aquellas que son largas, de las que se adhieren a tu Alma, convirtiéndose en parte de ella, termina gustándote. Cuidado con esas porque matan para siempre. Pasa lo mismo con una pseudovida, pero eso es otro tema.

Pocas frases me gustan, menor cantidad representan las que Amo. Existe una obra del Maestro Jaime Sabines (Que En Poemas Descanse), la cual dos Amigas me recordaron y explica lo que quiero decir. La frase final sentencia:

En apenas dos líneas te dice (como acostumbra) la realidad cruda, fría, sin titubeos, y de una manera que te sientes halagado, nunca ofendido. Pero el punto no es analizar la frase, soy un inexperto en Letras, sino que muchas veces andamos por la Vida quejándonos de todo lo que nos pasa, desconfiando de las personas, maldiciendo, insultando, durmiendo sin soñar, deseando estar muertos… pero aquí seguimos, si quisiéramos, como bien sugiere Sabines, sencillamente lo haríamos. Vivimos pensando tanto en la Muerte, que al final no somos alguna, ni Vida ni Muerte: mediocremente mediocres.

Muchos Humanos repiten tantas ocasiones que “están muriendo”… he llegado a creer en su Inmortalidad puesto que continúo viéndolos en este mundo. Les pasará lo de aquella fábula: cuando realmente suceda, nadie creerá.

A veces, lo correcto es morir, pero, ¿cuándo lo correcto ha sido lo más fácil de hacer? Por ello la Vida es tan divertida como la Muerte... ¿o no?

Con las redes sociales expandiéndose cual virus por todo el mundo mundial, l@s famos@s no han querido estar fuera de la jugada, por lo que, como muchos de nosotros, se han creado cuentas en los principales sitios.

Twitter/Twitta/Twirer es donde andan más activos, se la pasan tuitee que tuitee para sus followers (ay, el ego), pero sucede que no todo son hojuelas sobre miel. De tantos status updates que mandan, aparece uno, ese tuit mágico que comienza a ser retuiteado por toda la comunidad. En pocos minutos ya son autores (involuntarios) de Trending Topics, la mayoría de las veces mofándose de lo que han escrito.

Pero seamos honestos, diariamente leemos por lo menos algo que bien podría compararse con estos hechos, sólo que hay una gran diferencia: quienes lo dicen no son famos@s. Fotografías comprometedoras, estados, tuits, check-ins, videos... debemos cuidar todo lo que publicamos en las redes sociales, aunque a muchos parece no importarles.

Inspirado en estos eventos, me asigné la tarea de recopilar algunos de los tuits más sonados de todos los tiempos, con el fin de crear conciencia en los cibernautas. Así nace... Piensa antes de publicar. Veamos si logras identificar a los intelectuales autores de tan bellas obras.

¿Qué tal, conoces a los autores? ¿Recuerdas otro que merezca ser añadido? Éntrale a la conversación en Twitter con el Hashtag #PiensaAntesDePublicar o comentando dentro de Facebook y podrás estar en la segunda parte del post. Ayúdanos a que la bandita reflexione un poco antes de publicar TODO lo que hace.

Quien haya dicho que los Marketeros son unos despistados es porque vive dentro de otra galaxia y/o no ha observado lo que pasa cada día festivo. En esta ocasión hablamos, claro que si, del 14 de febrero/Día de San Valentín/Día de los enamorados/Día del cariño/Dìa dos Namorados/Día del Amor y la Amistad.

Y es en esta última denominación donde sucede algo curioso: nombrarlo "Día del Amor" estaría excelente si todos estuvieran en una relación amorosa parejal, pero, ¿qué pasa? Así como existen estas parejitas, también hay un gran número de solter@s. No podían darse el lujo de abandonar semejante mercado monstruoso. ¿La solución? Dichos Humanos solteros seguramente cuentan con (por lo menos) un Amigo, entonces bastó con agregar Amistad... Día del Amor y la Amistad.

Like a Boss!

Después de la breve introducción, estamos listos para continuar. A lo largo del tiempo, he conseguido identificar a los principales personajes que brotan este día particularmente. Si te sientes identificado, no te enfades, mejor sonríe, recuerda que hoy Todo es Rigo:

El conquistador. Este ser Humano ha identificado a su presa desde el 15 de febrero del año pasado. Así es, lleva casi un año diseñando el plan de ataque. Flores, peluches, chocolates, perfumes, el sitio, la hora, movimientos, reacciones, todo está calculado para que ese día la víctima no tenga otra opción más que aceptar la petición que le hagan. ¿El problema? Resulta que sí, efectivamente, todo está donde debería... excepto la chica; cual Adelita, se ha ido con otro.

Los novios sorprendidos. Una pareja como muchas: enamorada, contenta y con brillo en los ojos. Lo que pasa con ellos es que ambos pretenden ignorar lo que el otro le regalará, y digo pretenden porque días antes se encargan de lanzar indirectas como "Ay, siempre he querido un peluche así enorme, enorme... estaría genial, ¿a poco no, mi amor?", "Azu, mi niña, el año pasado, la novia de Erfucidio le regaló un reloj de esos bien chidos que son como de LED... qué bonito, ¿no?"... Entonces llega el día tan esperado y, adivinaron, ambos reciben justamente lo que casualmente comentaron. El truco aquí es poner una cara de sorpresa y, de ser posible, soltar una lagrimita.

El amargado-anticapitalista-intelectual-superior a los mortales. No hay mucho que decir acerca de dicho espécimen. Lo identificas porque, generalmente 1)Está soltero y 2)Pone muchos status updates e imágenes criticando a los que festejan, blasfemando contra la superficialidad de los seres humanos y burlándose de todo. Irónicamente lo hace para conseguir likes/RT/+1. Dice odiar a la Mercadotecnia mientras corre a comprar chucherías para seguir posteando en sus redes sociales.

L@s sin-novi@-suplica-atención. De manera física no es tan fácil ubicarlos, pero con la maravilla de los medios sociales, oh sí, todo se facilita. Podrás reconocerlos porque se la pasarán lamentándose de que "es 14 de febrero y yo sin novi@", acompañado (¿por qué no?) de caritas tristes =( ='( u.u. Lo que pasa realmente es que todos estos anuncios son hacia una persona específica, sólo que prefieren mandarlos como indirectas... ilus@s.

L@s regala globos. Se caracterizan porque, de ser posible, compran hasta al señor que vende los globos de helio. Los distingues a kilómetros de distancia, no sabes de quién se trata, puesto que su humanidad es obstruida con tantos regalos, pero sabes que ahí viene. De puro milagro no se eleva cual casa de UP, eso sería una verdadera tragedia en pleno San Valentín.

Los Foreveralones. ¡Ternuras! Éstos llorarán en silencio, escucharán canciones depresivas con audífonos, observarán a las parejas dándose cariño mientras voltean a su lado y confirman que, sí, están solos. Se quedarán encerrados viendo películas, haciendo tarea, tesis, recetas secretas y lo que sea necesario para que el tiempo pase lo más rápido posible. Si ves alguno, dale un abrazo y dile que no está sólo... bueno, tal vez un poquito, pero que no importa, la Soledad también puede ser su mejor amiga... ¿no?

¿Eres alguno de ellos? ¿Qué otros personajes conoces? Ya mínimo dime cómo te la estás pasando este día... y no, no soy un ForeverAlone. Puedes dejar tu comentario abajo o mandar un tweet al recién estrenado @EstoEsComoTu.

Hablando un poco (sólo un poco) en serio, te digo:

- Sí es un producto de la MKT, pero también puede ser el pretexto perfecto para retomar esa comunicación con un Amig@ lejano, decirle de nuevo a todos que los Quieres y te importan. Sé feliz, no te amargues.

- De ser posible, regala algo intangible: dejas de contaminar con tanta basura que se genera este día y algo simbólico puede costar menos, pero, créeme, valdrá mucho más.

Y después de algún tiempo, llega la última entrega de la historia "Tú"... ¿Qué, todavía no has leído las partes anteriores? Andas un poco perdid@, pero no te preocupes, todo se soluciona, ¡checa la Parte I y Parte II! Así sabrás lo que ha pasado anteriormente.

Así culmina "Tú"... ¿Cómo te pareció? Si crees que te hice perder el tiempo, deja tu comentario, si no, también. Recuerda que, además de Facebook, también puedes darle "folou" en Twitta y enterarte cuando salga una nueva publicación, así como de otras curiosidades.

¡Buena vibra!

Anteriormente publiqué la parte I, ahora continuamos con el guión "Tú", aquí la segunda entrega... pero todavía no la última. Tranquilo, no desesperes.
Si no has leído la primera, ¿qué esperas? Púchale acá y entérate de cómo inició esto.

Como dije, falta una última parte, donde por fin sabremos de qué se trata todo esto. ¿Ya infieres el final? Dilo en un comentario allá abajo, si aciertas, puede que Esto es como tú te haga un reconocimiento especial de "El inferencista oficial de guiones". Increíble, ¿no?

Hace algo de tiempo que escribí este guión, está pensado para un cortometraje, por  lo que si alguien se anima a participar, con todo gusto lo platicamos. Parecerá un poco raro eso de Humano1, 2... pero al final conocerán el motivo, o tal vez no.

¿Quién es Humano1? ¿Quién o qué le disparó a Humano2? ¿Por qué hago estas preguntas estúpidas? Eso lo sabremos en la próxima publicación, excepto por la última cuestión, creo que fue retórica.
Estén pendientes de la parte II, mientras, podrían tratar de suponer lo que pasará dejando sus comentarios...

Ya comenzó lo que muchos aseguran será el último año de la Humanidad en este mundo, suena a pretexto para justificar muchas acciones, la mayoría no tan beneficiosas... pero siguiendo esta pretextiosidad, iniciamos el ciclo con la primera publicación, cortesía de Monserrat Sanchez, una Hermana que las palabras no bastarían para describir lo importante que es para mí. Disfruten:

Un nuevo pretexto, sí, el año nuevo es un nuevo pretexto para proponernos pretextos, para mejorar o cambiar los pretextos que teníamos.

Como muchas cosas que últimamente pasan en nuestro mundo “humano” (que supongo que por otros medios también pasaba en años atrás) buscamos fechas, puntos, personajes como un medio para alcanzar nuestros objetivos, positivos o negativos.

Es verdad, el individualismo se ha hecho presente y hemos dejado de pensar en el de junto, en la familia, los amigos, los demás seres, esto incluye a la naturaleza, a la que lamentablemente se ve como un objeto a nuestro servicio y no como un mundo que nos ayuda.

Si ya escribiste tus propósitos para este año, cuenta cuántos de ellos son para tu alrededor y no para beneficios personales, sorpresa ¿verdad? Resulta que tus propósitos son pretextos para fomentar tu individualismo más que para fomentar un país educado, tolerante y competente. No en comparación con los demás países, sino en comparación el país que tenemos ahora.

¿Idealista? Por supuesto, creer en ideales es buscar una mejor realidad. Trabajar, educar, corregir, hablar, escuchar y aprender, también son buenos pretextos para crecer. Trabajar por el otro, por el que de verdad no puede –que seguramente ni siquiera conoces- no por el “amigo” que dice hacer las cosas a costa de tu trabajo. Da más de lo que crees poder y te darás cuenta de que tu competidor más fuerte eres tú mismo, porque tú eres el único que se limita.

Lee, entrar en este mundo es algo así como dejar de respirar de un tanque de oxígeno para respirar con toda libertad en un bosque, en tu bosque, un bosque que puede ser muy dulce un día, amargo otro, obscuro, feliz, romántico, tal y como tú lo quieras pintar.

Escucha-te, estar con amigos es muy divertido, pero muchas veces estar contigo y permitirte un momento para ti, para saber qué es lo que quieres y lo que sientes te permite brindarte y brindarle a los demás una persona más consciente y libre.

Y para finalizar, ponte pretextos para ver que el niño al lado de ti te admira y de grande quiere ser: como tú.