A veces, lo correcto es morir.

Físicamente no, eso resulta sencillo. Morir y luego renacer. Sentirte tan mal porque sabes que después te sentirás igual de bien. De esas muertes que te hacen sentir vivo. Instantáneas, inesperadas, sublimes, así son. Existen algunas pseudomuertes, aquellas que son largas, de las que se adhieren a tu Alma, convirtiéndose en parte de ella, termina gustándote. Cuidado con esas porque matan para siempre. Pasa lo mismo con una pseudovida, pero eso es otro tema.

Pocas frases me gustan, menor cantidad representan las que Amo. Existe una obra del Maestro Jaime Sabines (Que En Poemas Descanse), la cual dos Amigas me recordaron y explica lo que quiero decir. La frase final sentencia:

En apenas dos líneas te dice (como acostumbra) la realidad cruda, fría, sin titubeos, y de una manera que te sientes halagado, nunca ofendido. Pero el punto no es analizar la frase, soy un inexperto en Letras, sino que muchas veces andamos por la Vida quejándonos de todo lo que nos pasa, desconfiando de las personas, maldiciendo, insultando, durmiendo sin soñar, deseando estar muertos… pero aquí seguimos, si quisiéramos, como bien sugiere Sabines, sencillamente lo haríamos. Vivimos pensando tanto en la Muerte, que al final no somos alguna, ni Vida ni Muerte: mediocremente mediocres.

Muchos Humanos repiten tantas ocasiones que “están muriendo”… he llegado a creer en su Inmortalidad puesto que continúo viéndolos en este mundo. Les pasará lo de aquella fábula: cuando realmente suceda, nadie creerá.

A veces, lo correcto es morir, pero, ¿cuándo lo correcto ha sido lo más fácil de hacer? Por ello la Vida es tan divertida como la Muerte... ¿o no?