Ya comenzó lo que muchos aseguran será el último año de la Humanidad en este mundo, suena a pretexto para justificar muchas acciones, la mayoría no tan beneficiosas... pero siguiendo esta pretextiosidad, iniciamos el ciclo con la primera publicación, cortesía de Monserrat Sanchez, una Hermana que las palabras no bastarían para describir lo importante que es para mí. Disfruten:
Un nuevo pretexto, sí, el año nuevo es un nuevo pretexto para proponernos pretextos, para mejorar o cambiar los pretextos que teníamos.
Como muchas cosas que últimamente pasan en nuestro mundo “humano” (que supongo que por otros medios también pasaba en años atrás) buscamos fechas, puntos, personajes como un medio para alcanzar nuestros objetivos, positivos o negativos.
Es verdad, el individualismo se ha hecho presente y hemos dejado de pensar en el de junto, en la familia, los amigos, los demás seres, esto incluye a la naturaleza, a la que lamentablemente se ve como un objeto a nuestro servicio y no como un mundo que nos ayuda.
Si ya escribiste tus propósitos para este año, cuenta cuántos de ellos son para tu alrededor y no para beneficios personales, sorpresa ¿verdad? Resulta que tus propósitos son pretextos para fomentar tu individualismo más que para fomentar un país educado, tolerante y competente. No en comparación con los demás países, sino en comparación el país que tenemos ahora.
¿Idealista? Por supuesto, creer en ideales es buscar una mejor realidad. Trabajar, educar, corregir, hablar, escuchar y aprender, también son buenos pretextos para crecer. Trabajar por el otro, por el que de verdad no puede –que seguramente ni siquiera conoces- no por el “amigo” que dice hacer las cosas a costa de tu trabajo. Da más de lo que crees poder y te darás cuenta de que tu competidor más fuerte eres tú mismo, porque tú eres el único que se limita.
Lee, entrar en este mundo es algo así como dejar de respirar de un tanque de oxígeno para respirar con toda libertad en un bosque, en tu bosque, un bosque que puede ser muy dulce un día, amargo otro, obscuro, feliz, romántico, tal y como tú lo quieras pintar.
Escucha-te, estar con amigos es muy divertido, pero muchas veces estar contigo y permitirte un momento para ti, para saber qué es lo que quieres y lo que sientes te permite brindarte y brindarle a los demás una persona más consciente y libre.
Y para finalizar, ponte pretextos para ver que el niño al lado de ti te admira y de grande quiere ser: como tú.
Soy estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas.
Estoy convencida de que la cultura y la educación son la mejor manera de hacer crecer a un país.
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