• Volver al hogar
  • El Chuirer
  • El Feis
Blue Orange Green Pink Purple

Lo recién salido del horno letrudo:

(re)huir

Sí, rehúyo de las huidas contaminadas con el egoísmo de los labios que prefieren destruirse con sus propios dientes antes que ser humedecidos por unos ajenos.

Rehúyo de la cobardía de las almas a ser deconstruidas en la incertidumbre de un salto a la probable nada.

Leer todo...

Las palabras sobran, a veces.


Las palabras sobran, a veces.

Sobran cuando pronunciar alguna significaría interrumpir ese momento sublime. Sobran cuando nuestras almas hablan a través de las miradas. Sobran cuando quiero besarte.

Sobran cuando sobramos nosotros.

En Pulp Fiction se encuentra una de mis escenas favoritas, en la cual (no es spoiler) Mia dice a Vincent:

"That's when you know you've found somebody special: when you can just shut the fuck up for a minute and comfortably enjoy the silence." (Pulp Fiction, 1994).

Después de verla, me pregunté: ¿a cuántas personas "especiales" conozco?, ¿con cuántas puedo disfrutar un silencio? Tal vez muchas personas sean calladas, tímidas, inocentes y, además de tener 17 años, prefieran mantenerse en silencio, pero dudo mucho que realmente disfruten de ello.

A mí me gusta platicar con las personas de cualquier tema, conocernos a través de lo que decimos, sin embargo, llega un momento en el que precisamente después de tantas palabras, éstas sobran. Es entonces cuando nos miramos u observamos a los demás. Es como si nos comunicáramos con el pensamiento. Una sonrisa, un suspiro, una mueca, cualquier acción simultánea crea ese momento único en el que soy consciente de que, al menos por un instante, hemos trascendido las palabras.

He ahí otro reto en la Vida: hallar a (o ser hallado por) alguien con quien disfrutar los silencios. Y las miradas. Y los besos. Y las risas. Y las tristezas.

Y la Vida misma.
¡Leer todo! 0 comentarios | Entintado por alguien Unknown edit post

Carta a Chepita

¿Quién, si no Sabines, para inspirar a aquellos que buscamos —a veces sin querer encontrar— las palabras ideales? Es por ello que hoy comparto esta carta que a su vez conocí por una de mis mejores Amigas.


Chepita:

Hace un momento te dejé: ya me haces falta.

Hace un momento apenas te dije adiós, y ya ha recorrido mi corazón la eternidad.

Ah —ahora sí estoy enfermo. Enfermo de ti. Enfermo de mí. Enfermo del mundo. Enfermo, desoladamente enfermo.

Penetro en mi soledad (una cama, mi retrato, mis libros, papeles y humo de tabaco) y ya estoy con el miedo de caer a medio cuarto gritando y riendo y llorando y golpeándome la cabeza contra los muebles para ver si soy yo o es otro con mi nombre el que está aquí.

¿Has de creer, así, que tengo miedo de volverme loco?

¡Ay, y qué cansado estoy!

¿Por qué?... La noche aquella me decías tú: “¿por qué?”, “¿por qué?”, “¿por qué?”, “¿por qué?”…

Y la vida sigue siendo eso, un “¿por qué?” constante, pecaminoso, áspero. Y todas las cosas son así porque así son. La vida tiene su secreto; este secreto se llama: “Porque sí”.

Yo creo, en verdad, que la mayor imprudencia que he cometido es no haberme muerto al nacer. Porque eso de estar aquí y no aceptar las cosas como son es debilidad. Bien está que yo piense un mundo mejor; pero antes debo tragarme —es la palabra—, antes debo tragarme, aunque sea por el privilegiado placer del último acto digestivo, este mundo real y verdadero en que disuelvo mi tristeza.

Masoquismo, újule, o neurosis; el caso es que debo escupir para arriba, debo escupirme mi dolor y mi risa y mi concepción —a media sombra— del mundo, y mi angustia y mi temor y mi confianza y todo. Debería yo hacerme pura saliva para mancharme la cara, la pobre cara melancólica y seria que espanta la vida de mis ojos.

¿Carta de enamorado? No. Dios me libre de escribirte cartas de enamorado.

Te escribo aquí mi ira, mi conflicto, mi dolor que es la forma más sincera de decir “te quiero”.

No estoy ahora para pensar en astros, aunque piense en ti.

Qué tontas me parecen en este momento la luna, y las rosas y las palabras tiernas, cuando estás tú aquí tan ausente, tan ausente, a media hora de mis labios y tan lejos, a media hora de mi corazón y tan distante.

¡Ah, mi soledad en que germina esta inmensa tristeza del mundo!

¡Qué pequeños parecemos tú y yo en medio de este silencio, absorto e indiferente!

Chepita, mi Chepita, amor mío tan mío.

En esta rechingada hora de insomnio y de vergüenza estás presente, te necesito, te amo hasta quién sabe dónde, más, mucho más allá del amor y de la vida, te amo hasta la muerte; de tal modo que en vez de decir “te quiero” necesito decir: te muero, me muero en ti, me muero.

Me aniquilo en tu pensamiento, me destruyo en mi pensamiento de ti. Acabo, no existo, no soy; soy en ti, en el amor, soy en mí, soy en la muerte; me llamo principio, fin, causa, origen, destrucción, acabamiento. Vida y muerte. Cielo, infierno —20,000 infiernos, sólo un cielo—, Chepita, Jaime, etcétera, Jaime, Chepita, amor y fin. Y fin, y fin, y todo y fin.

Y algo más. Pero quién sabe. Y algo más todavía.

Bueno. Siempre queda una cosa imposible, inefable. Piensa —yo pienso— en ella.

Tratemos de dormir ahora.

Hasta mañana, amor.

¿Hasta mañana?

Ay, amor, soñemos.


J.
¡Leer todo! 4 comentarios | Entintado por alguien Unknown edit post
Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio

Esto es como tú



    • Un blog que habla de todo y de nada; y de ti y de mí; y de nadie. Lo escribe alguien que se hace llamar Como Tú... ¡ahí te encargo!
  • Estoquéame las letras

    • ►  2011 (12)
      • ►  diciembre (12)
    • ▼  2012 (20)
      • ►  enero (3)
      • ►  febrero (3)
      • ►  marzo (3)
      • ►  abril (2)
      • ►  julio (2)
      • ▼  agosto (2)
        • Carta a Chepita
        • Las palabras sobran, a veces.
      • ►  septiembre (1)
      • ►  octubre (1)
      • ►  noviembre (1)
      • ►  diciembre (2)
    • ►  2013 (12)
      • ►  enero (1)
      • ►  febrero (1)
      • ►  marzo (4)
      • ►  abril (1)
      • ►  junio (1)
      • ►  julio (2)
      • ►  noviembre (2)

    Chuirer

    Tuits de @OyeComoTu
  • ¿Buscabas algo?


    • Volver al hogar
    • Chuirer
    • El Feis


    © Copyright Esto es como tú Todos los derechos reservados. Parte del contenido está protegido. ¡No te lo robes!
    Designed by FTL Wordpress Themes | Bloggerized by FalconHive.com | Blogger Templates. Brought to you by Smashing Magazine

    ¡Al cielo!